Las estadísticas son clave para analizar el mundo criminal. Esa regla también se aplica en el narcotráfico. Salta es el principal punto de partida de los envíos de cocaína, superando considerablemente a Jujuy. Sorpresivamente, Córdoba aparece como el punto de destino de la mayor cantidad de envíos de esta droga. ¿Y Tucumán? Queda en medio de la escena como lugar de paso de la droga que es enviada a por lo menos otras 14 provincias. Estas son algunas de las conclusiones a las que se puede arribar al analizar los números de los secuestros que logró Gendarmería Nacional en el primer semestre de este año.

Hay un dato que sobresale en este mar de números. Hasta el pasado 30 de junio, las autoridades secuestraron 4.019 kilos de cocaína. De esa cantidad, sólo 74 kilos (menos del 2%) fueron ubicados cuando ingresaban a Argentina desde Bolivia. El 98% restante fue encontrado en nuestro país. Para los especialistas, esa cifra refleja las flaquezas de los sistemas de control en los límites nacionales.

La ministra de la Nación Patricia Bullrich, en una reciente visita a Salta, constató con sus propios ojos que los sistemas tecnológicos que había puesto en marcha cuando ocupaba ese cargo en la gestión del presidente Mauricio Macri están fuera de servicio porque no se le hizo el mantenimiento correcto durante el gobierno presidencial sucesor, de Alberto Fernández. Tampoco hubo inversiones para dotar a las fuerzas federales de instrumentos con el que podrían hacer frente al avance narco de en todo el NOA.

Las cuatro toneladas de cocaína fueron decomisadas únicamente en las rutas nacionales y provinciales. No hubo ningún secuestro de droga transportada por vuelos narcos, que es el sistema más utilizado para los grandes envíos. Una aeronave puede trasladar en cuestión de horas entre 350 y 400 kilos por viaje. En el NOA, para detectar el envío de una carga, se debe hacer una triangulación que demora varias horas en marcar el lugar de aterrizaje o bombardeo de una carga. Los datos que se obtienen no son exactos: sólo aportan aproximaciones de lugares y horarios. “Lamentablemente los narcos andan en Ferrari y las autoridades en Fiat Uno a GNC que fueron utilizados como taxis”, repite incansablemente el abogado Manuel Pedernera, para graficar.

Por tierra también abundan las limitaciones. La de Tucumán es la única Policía provincial en toda la región que cuenta con cinco escáneres móviles para controlar las cargas. Esa idéntica cantidad de instrumentos es la que tiene Gendarmería Nacional, pero para utilizarlas en Salta, Jujuy, Santiago del Estero y nuestras tierras. No hay escáneres fijos en los límites interprovinciales. La Policía de Seguridad Aeroportuaria cuenta con uno, pero trasladarlo es un problema. Por el estado de los caminos, un viaje puede desajustarlo e inutilizarlo, ya que conseguir fondos para repararlo no es sencillo. Los hombres de la fuerza, entonces, sólo cuentan con la “experiencia” y el olfato de sus canes para detectar la cocaína. La Policía Federal sólo posee un perro, pero está de “licencia” por una enfermedad que lo dejó al borde del retiro.

Incremento

Los narcos son estudiosos. No dejan nada librado al azar. Permanentemente están buscando alternativas para llevar adelante la actividad ilícita. La cocaína se está produciendo en cuatro países del continente: Colombia, Ecuador (el último en aparecer en el mercado internacional), Perú y Bolivia. Ingresa por el NOA para ser distribuida en el país o enviadas a los diferentes puertos para ser embarcadas a otros continentes.

Salta, según los registros realizados con el secuestro de droga realizados en el primer semestre, aparece como el principal lugar de origen de los envíos. Según la información, fueron al menos 3.100 de los casi 4.019 incautados. Ese número casi triplica lo decomisado en idéntico período del año pasado, que fue de 1.100 kilos. En segundo lugar aparece Jujuy, con 811, mientras que el año pasado se encontraron cerca de 250 kilos. En Tucumán, en el informe elaborado por LA GACETA en base a los datos aportados por Gendarmería Nacional, no hay hallazgos de envíos de sustancias, mientras que en 2023 se descubrió un cargamento de 64 kilos. En Santiago del Estero sí hubo un pequeño crecimiento: pasó de 12 a 15 kilos.

Narcotráfico: investigan los vínculos del NOA con el “Operativo dulzura”

Orán, que está ubicado a varios kilómetros de la frontera con Bolivia, fue el punto de partida de más de 2.000 kilos de cocaína, más del 50% del total secuestrado. Los investigadores manejan dos teorías diferentes sobre esta situación. Que esa localidad se haya transformado en un centro de acopio es la más creíble. La otra, que no tiene ningún antecedente por el momento, es que ya se la esté produciendo en esa zona.

Cambios

Si hubo una importante modificación: los destinos de los cargamentos de cocaína. En los registros dados a conocer por Gendarmería Nacional, se informó que más de 1.100 kilos eran trasladados a una provincia que no figuraba en la ruta tradicional del tráfico de esta sustancia.

“En los últimos tiempos comenzó a observarse la presencia de cordobeses en las ‘grandes ligas’ del narcotráfico”, explicó Juan Federico, periodista de Cadena 3 de Córdoba y autor del libro “Drogas, cocinas y fierro-Narcotráfico en Córdoba”. “En los últimos meses, personas que se dedicaban a distribuir la cocaína en los barrios, ahora aparecen vinculadas a cárteles peruanos y otras organizaciones mucho más importantes”, explicó.

El especialista dio un ejemplo para probar sus dichos. “Ileana Mariela Bolzán es una cordobesa que no estaba en el radar de los investigadores, pero fue detenida por ser la supuesta líder de la banda que se refugió en un exclusivo centro de invierno de Neuquén para trasladar 783 kilos de cocaína a Chile en el llamado ‘Infierno Blanco’”, explicó. “Esta mujer también fue señalada como integrante de ‘La banda de los veleros’, una organización que durante varios años envió toneladas de esta droga a Europa en esas embarcaciones”, sostuvo.

Córdoba también quedó en la mira por otro hecho. Los familiares de Adolfo “Fito” Macías, uno de los narcos más peligrosos de Ecuador, eligieron una casa de un country de esa provincia para vivir. Las autoridades nacionales los expulsaron del país.

Otras situaciones

En medio de los números surgen otras cuestiones. Por ejemplo, que Salta, San Salvador y San Pedro de Jujuy aparecen como centros de acopio de la droga que viene de las ciudades fronterizas. Tucumán y Santiago del Estero también cumplirían con el mismo propósito.

Otro dato que no es menor. Se triplicó el secuestro de cocaína en las rutas que terminan en las zonas cercanas a la hidrovía Paraguay-Paraná. Ese podría haber sido el camino que utilizaron los narcos que pretendieron transportar 4.000 kilos a Bélgica, en lo que se conoció como el Operativo Dulzura.

Comparaciones: el “pipazo”, la nueva combinación de cocaína con bicarbonato

“La situación de Córdoba es la misma que Rosario. Pero la más complicada de todas es la del conurbano bonaerense”, explicó Juan Federico. “La situación es mucho más grave por la cuestión social y por la marginalidad porque ahí es todo más brutal. Hace tiempo atrás varios fallecieron por consumir cocaína en mal estado”, aseguró. El especialista sostuvo que en Córdoba se está consumiendo lo que se conoce como “Pipazo”. “Es una mezcla de cocaína con bicarbonato que hace estragos. Una persona consume entre 20 y 30 dosis por día”, relató el especialista.